DECÁLOGO DE LA
HONESTIDAD
1. La persona íntegra vive lo que predica, piensa y habla.
2. La honestidad consiste en decir toda la verdad a quien
corresponde, de modo oportuno y en el lugar correspondiente. Decir la verdad no
implica ser irrespetuoso con nadie.
3. La persona íntegra, además, es auténtica. Hay coherencia
entre lo que hace y lo que debe hacer, de acuerdo a sus principios. Vive
auténticamente como un ser humano.
4. La persona que miente (por engaño, exageración,
precipitación al hablar, etc.) se hace un daño a sí misma. La mentira es
autodestructora; siempre se paga.
5. Mentir para dañar a alguien voluntariamente es una
injusticia.
6. Ser justo es dar a cada uno lo suyo, lo que le
corresponde; derechos, reconocimiento y gratitud.
7. La falta de integridad se quiere justificar diciendo que
todos actúan así, o que es la única forma de salir adelante, es necesario vivir
según los principios, aunque esto suponga ir “contra corriente”.
8. Ser honesto es ser transparente; Es necesario
desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para
ocultar sus inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias,
son algunas de estas máscaras.
9. Una falta de honestidad, de veracidad, es aparentar una
imagen que no corresponde con la realidad. Por ejemplo, aparentar virtudes que
no se tienen.
10. Ser honesto es vivir en libertad y verdad.
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