Evangelio

"Caminantes soñadores llenos de fe y juventud"

jueves, 23 de mayo de 2013

JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE

Hola queridos hermanos todos. Deseamos que estén bien y pedimos a Jesús, eterno Sacerdote, sea así.

Esta fiesta que se celebra el jueves después de Pentecostés, nos invita a poner nuestra mirada en Jesús, único mediador entre Dios y la humanidad. Y con su vida; sus obras y palabras, nos ha ganado el acceso a Dios. Y esta acción de Dios continúa por los sacramentos, mediante aquellos hombres escogidos por él que participan de su sacerdocio.

Un pequeño comentario:

EL MISTERIO DE CRISTO

El sacerdote nos introduce en la memoria del Señor, no sólo en su pascua, sino en el misterio de toda su obra, desde su bautismo hasta su pascua en la cruz. El exhorta a la asamblea de los creyentes a vivir en sintonía con el sacrificio de la cruz, que ésta vuelve a vivir en el presente en espera de su consumación definitiva. Por eso el ministerio del sacerdote no se puede limitar a la celebración de un rito; compromete toda la vida y se desarrolla de acuerdo con todo el orden sacramental.
Pero no sería fiel a la tradición quien pretendiera defender que las funciones del sacerdote son de naturaleza estrictamente sacramental y cultual. También es función del sacerdote proclamar la palabra de Dios. La misma Cena, en la que el Señor llama a su sangre “sangre de la alianza”, lo pone de manifiesto, pues no hay ningún rito de alianza sin una proclamación de la palabra de Dios a los hombres. El acontecimiento de la alianza es al mismo tiempo acción y palabra. Esta relación aparece todavía más clara cuando se parte de la base de que eucaristía (1 Cor 11,24) no significa tanto una “acción de gracias” en el sentido actual de esta expresión, cuanto una clara y gozosa proclamación de las “maravillas de Dios”, de sus hechos salvíficos.

Cuando Jesús declara: “Cada vez que coméis de ese pan y bebéis de esa copa proclamáis la muerte del Señor, hasta que él vuelva” (1 Cor 11,26), su acto de bendición ritual tiene también el sentido de una proclamación de la palabra de Dios. El ministerio de ofrecer la eucaristía ratifica y complementa simplemente una proclamación de la palabra, que va desde el kerigma inicial hasta la catequesis y la misma celebración litúrgica. Predicar, bautizar y celebrar la eucaristía son las funciones esenciales del sacerdote. Sin embargo, dentro del presbiterio dichas funciones pueden estar distribuidas distintamente, según que unos se dediquen más a tareas misioneras y otros a la acción pastoral dentro de la comunidad reunida (Mysterium Salutis). Predicar y enseñar, de otra manera, ¿cómo podrán hacer y administrar los sacramentos con provecho y eficacia salvadores?


Este día compartimos con algunos sacerdotes, seminaristas mayores y menores de nuestra Diócesis, un momento agradable para celebrar esta fiesta sacerdotal. Hubo un momento para rezar, para jugar y para compartir entre seminaristas y sacerdotes que asistimos.

Nos encomendamos a sus oraciones para que podamos reflejar en nuestra vida a Jesús, único sacerdote.

Compartimos algunas imágenes:
 
La selección del Menor que se quedó con el segundo lugar de la triangular.
Celebrando uno de los goles para los del equipo de sacerdotes contra el Menor.
Selección de los sacerdotes, ganadores de la competencia.
En el momento más duro del día.
Gracias a los Seminaristas Mayores que nos atendieron muy bien.
De Iz. a Der. P. Edgar Simón, Bartolo y Geovani Pérez.
En unos actos preparados para los sacerdotes.

¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!

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