Una pregunta: usted mi hermana o hermano ¿Quiere conocer a Dios?
Creo que en el corazón de cada persona existe un deseo grande de conocer quién es Dios. Y cada persona muestra este deseo de muchas maneras, intentamos buscar a Dios de muchas maneras. ¿Pero será que este deseo es grande? ¿Realmente queremos conocer quién es Dios?
Compartimos con ustedes un cuento oriental con una enseñanza muy buena.
Para encontrar a Dios es necesario desearlo ardientemente.
Un discípulo fue un día a encontrar a su maestro y le dijo:
Maestro, yo quiero encontrar a Dios. El maestro miró al
joven sin decir nada y le sonrió. El joven regresaba cada día repitiendo que él
quiere la religión. Y el maestro esperaba la oportunidad para darle una
enseñanza al joven discípulo.
Un día en el que hacía mucho calor, le pide al joven
acompañarlo hasta el río para nadar. El joven saltó al agua. El maestro lo
siguió y lo mantuvo bajo el agua a la fuerza. Cuando el joven se debatió un
momento, el maestro lo dejó y le preguntó, de qué había tenido mayor deseo,
cuando estaba dentro del agua. Del aire, respondió el discípulo. ¿Deseas a Dios
de la misma manera? Dijo el maestro. Si tú lo deseas así, tú lo encontrarás
instantáneamente. Si tú no tienes este deseo y esta sed, por más que luches con
tu intelecto, tus labios y tus fuerzas, no encontrarás la religión. Mientras
esta sed no se haya despertado en ti, tú no eres mejor que un ateo. Más aún,
recuerda que el ateo es sincero y tú no lo eres.
¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!
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