Estos días vivimos los tiempos normales de las clases, la vida de piedad y los momentos de convivencia. Gracias a Dios todos muy bien. Pedimos sus oraciones por los muchachos, los maestros y maestras y por los formadores para que todos realicemos un trabajo bueno al servicio de Dios, de la Iglesia y de nuestros hermanos que esperan un mensaje de esperanza y de salvación.
No olviden que nosotros los encomendamos a ustedes porque estamos conscientes de que todos necesitamos de la ayuda de Dios.
Compartimos con ustedes un poema, espero les guste: ahí les va.
¿Somos profesores?
¡Mucho más!
¿Somos educadores? ¡Más aún!
¡Somos vendedores de sueños!
Vendemos sueños para que el abatido se anime,
para que el tímido tenga arrojo y el nervioso se tranquilice,
para que el poeta se inspire y el pensador se cuestione y cree.
¡Sin sueños, somos siervos!
¡Sin sueños, obedecemos órdenes!
¡Que nuestros alumnos sean grandes soñadores!
¡Y si sueñas, no tengas miedo de caminar!
¡Y si caminas, no tengas miedo de tropezar!
Y si tropiezas no tengas miedo de llorar,
levántate, pues no hay camino sin accidentes.
Concédete siempre la oportunidad,
puesto que la libertad sólo es real si, después de
equivocarnos, tenemos el derecho de volver a empezar.
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| Seminaristas menores en busca de un sueño |
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| Sacerdotes que queremos mantener la entrega y la ilusión de servir. |
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| Sí se puede...!!! |
¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!
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