En estos días en que los muchachos seminaristas se encuentran de vacaciones, disfrutando de unos días de descanso y de compartir con la familia, nuestro seminario está en unos días de silencio. La casa se siente diferente cuando hay 48 jóvenes hablando, corriendo, jugando y riéndose por todos los pasillos. Esperamos que disfruten este tiempo para retornar nuevamente a las labores en el seminario que será dentro de pocos días.
En la liturgia de la Iglesia hemos terminado la cincuentena pascual con la solemnidad de Pentecostés; el
domingo pasado era el noveno domingo del tiempo ordinario (solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo). Hoy nos encontramos en el décimo domingo. Jesús se muestra
como nuestro salvador, pues nos cura de las enfermedades, perdona los pecados,
expulsa los demonios y resucita los muertos. Compadecido de la viuda le devuelve
a su hijo. Nosotros en este tiempo, en la circunstancia que nos toca vivir, pidamos que nos dé la luz para
seguir el camino que nos ha enseñado en su Evangelio de vida.
¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!
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