Hoy celebramos en la Diócesis la Misa Crismal. Todo el presbiterio diocesano, junto al obsipo, concelebró en este gran día, y renovó sus promesas sacerdotales; se bendijieron los óleos y se consagró el Santo Crisma.
Durante la misa, se hizo un recuerdo especial de todos aquellos sacerdotes que ejercen su ministerio en otras diócesis o realizan estudios eclesiásticos. Además, Mons. Gonzalo agradeció a Dios por el aumento del clero diocesano, y la consiguiente responsabilidad que tenemos con la Iglesia universal.
Al finalizar, se desgustó un delicioso almuerzo en las instalaciones del Seminario Mayor. Y, ante la proximidad del cumpleaños del obispo, hubo pastel para festejarlo.
Que esta celebración sacerdotal, sea un impulso para todos, a ejercer con alegría y entrega el ministerio, especialmente, en estos días del Santo Triduo Pascual.
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