Hoy celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo y queremos compartir con ustedes una pequeña historia de esta fiesta en la Iglesia.
El Monte Carmelo
El Carmelo (vocablo hebreo que significa jardín), es una montaña (altitud aprox. 600 m.) de Palestina, en el norte del actual estado de Israel y próxima a la costa mediterránea. En el Antiguo Testamento recibe el nombre de "Vergel de Dios".
Su importancia se remonta al siglo VIII a.C. El profeta Elías lanzó desde allí su desafío a los sacerdotes de Baal que habían llevado al pueblo al paganismo. Elías y los baales ofrecieron sacrificios. El holocausto de Elías fue abrazado portentosamente por fuego enviado por Dios mientras el de los baales permanecía intacto, probándose así que hay un solo Dios, el Dios de Israel.
Según la tradición, Elías y Eliseo se fueron al Monte Carmelo y con sus discípulos establecieron una tradición contemplativa viviendo como eremitas en oración.
Los Carmelitas
A mediados del siglo XII, San Bertolo fundó la ermita de la Orden del Carmelo y varios sacerdotes latinos vivieron en el Carmelo como eremitas. En 1177, el monje Focas relata sobre una pequeña comunidad de diez Hermanos reunidos en torno a un anciano.
Hacia el 1205, Avogrado, patriarca de Jerusalén, dio a los eremitas del Carmelo una regla de vida con el ideal del Carmelo: trabajo, meditación de las Sagradas Escrituras, vida contemplativa. Los Carmelitas tenían como ideal vivir en la forma de Elías y de la Virgen Santísima a la que tenían gran veneración bajo el título de la Virgen del Carmen.
Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Los que permanecieron fueron masacrados. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar.
En 1241 el Barón de Grey de Inglaterra regresaba de las Cruzadas en Palestina trayendo consigo un grupo de religiosos del Monte Carmelo a los que les obsequió una mansión en Aylesford. Diez años más tarde ocurrió allí la aparición de Nuestra Señora a Simón Stock dándole el Escapulario Carmelita que siempre llevan.
Los Carmelitas buscan desde Aylesford, Inglaterra, propagar su espiritualidad por el continente. En el siglo XIII, Inocencio IV concede a los Carmelitas el privilegio de ser incluidos entre las Órdenes mendicantes (junto con los Franciscanos y Dominicos).
Los Carmelitas son una orden mixta que se sitúa entre la Cartuja y los Franciscanos. La orden ha pasado muchas pruebas. Durante el cisma del Occidente el Carmelo quedó dividido en dos obediencias. Fueron reformados por Jean Soreth quien inició las fundaciones en Holanda, Bélgica y Francia.
Pero la gran reforma ocurrió con Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Comienza en el Carmelo de la Encarnación en Ávila, España y se propaga con el beneplácito de Pío IV en 1562 por todos los carmelos. La nueva regla elimina las concesiones hechas al mundo y retorna a la vida centrada en Dios con toda sencillez y pobreza como la de los primeros eremitas del Monte Carmelo. El fin de Santa Teresa fue darse del todo a Dios en profunda oración.
San Juan de la Cruz sigue a Santa Teresa creando en Duruelo el primer monasterio de carmelitas "descalzos".
Por nuestra parte, celebramos esta fiesta con la Eucaristía en el Seminario Menor. También compartimos la alegría con los niños de la escuela de Santa Teresita en la celebración eucarística en la Catedral de Sololá con alrededor de 900 niñas y niños. También celebramos en la capilla de las hermanas carmelitas con un grupo de feligreses de la parroquia. Culminamos el día con el rezo del Rosario en las canchas del Seminario, una pequeña refacción y unas canciones divertidas.
¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!
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