IMPULSANDO EL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL

Hola queridos amigos todos. Nuestro deseo es que estén todos bien en su vida, familia y trabajo.

Agradecemos igualmente por estar pendientes de las actividades de nuestro querido Seminario Menor. Les pedimos sus oraciones para que no nos falte nunca la asistencia del Espíritu Santo en la tarea de formar jóvenes al servicio de Dios y de nuestra amada Iglesia diocesana y Universal. De nuestra parte, los encomendamos en nuestras oraciones y, sobre todo, los tenemos presente en la Eucaristía diaria.

El pasado miércoles 17 de julio nos reunimos, junto con nuestro Obispo Monseñor Gonzalo, los coordinadores y secretarios de los ejes de trabajo para darle un impulso más a nuestro Plan Diocesano de Pastoral.

En esta actividad, expusimos los trabajos realizados antes de la publicación del Plan. Después de su publicación, se nos invita a continuar los trabajos pero ya con las directrices plasmadas en este Plan. 


A ustedes también les animamos para que juntos conozcamos la riqueza de nuestra iglesia diocesana, pero también sin olvidar los retos que tenemos en este tiempo concreto. Y como lo expresa nuestro Obispo en la presentación del Plan, éste trata de responder a un triple reto: "En primer lugar, el reto de la fidelidad a lo mejor de nuestra historia diocesana y, de alguna manera, a la historia de la evangelización en la región que, hoy, conforma nuestra Diócesis. El segundo reto tiene que ver con nuestro futuro pastoral: la fidelidad a nuestro pasado se encuentra también lanzada a acoger la iluminación teológico-pastoral del magisterio más reciente, tanto el pontificio como el episcopal (de manera especial el Documento de Aparecida). Y el tercer reto es, por un lado, la abundancia de vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa en nuestra Diócesis. Pero, así como estos números -sigue diciendo nuestro Obispo- generan un sano orgullo, también deben preocuparnos otros números. Me refiero, por ejemplo, al número de católicos que han abandonado y siguen abandonando la Iglesia para adherirse a distintas confesiones cristianas no católicas o a las más variadas sectas. Me refiero también a la crisis en la vida moral: hay más parejas que no se casas, de madres solteras, la desintegración y de violencia familiar. Es decir, el problema de la separación que hacemos entre la fe y la vida.

Pidamos a Dios para que nos ayude a seguir iluminando y transformando nuestra sociedad con la fuerza del Evangelio y con nuestro compromiso de vida cristiana. 

Al final de la actividad. Coordinadores y secretarios junto con nuestro Obispo Mons. Gonzalo.

  ¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!