Hola hola queridos amigos. Cómo están, esperamos estén todos bien y le pedimos a nuestro Buen Dios sea así.
Esta semana que estamos recién iniciando, en la liturgia de la Iglesia celebramos el Domingo XVI del tiempo ordinario.
Por eso queremos compartir el texto del evangelio que el domingo escuchamos y un pequeño comentario. Esperamos les guste y, sobre todo, nos pueda ayudar para nuestro caminar en el seguimiento de Cristo.
También compartimos algunas fotos de este domingo con algunos jóvenes de la parroquia de Sololá que tuvieron un momento de compartir con Dios y entre ellos.
Del santo Evangelio
según san Lucas 10, 38-42
Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una
mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada
María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta
estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te
importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude».
Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas
cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte
buena, que no le será quitada».
En la Iglesia,
contemplación y acción, simbolizadas de alguna manera por las figuras
evangélicas de las hermanas Marta y María, deben coexistir e integrarse. La
prioridad corresponde siempre a la relación con Dios y el verdadero compartir
evangélico debe estar arraigado en la fe. A veces, de hecho, se tiene la
tendencia a reducir el término "caridad" a la solidaridad o a la
simple ayuda humanitaria. En cambio, es importante recordar que la mayor obra
de caridad es precisamente la evangelización, es decir, el "servicio de la
Palabra". Ninguna acción es más benéfica y, por tanto, caritativa hacia el
prójimo que partir el pan de la Palabra de Dios, hacerle partícipe de la Buena
Nueva del Evangelio, introducirlo en la relación con Dios: la evangelización es
la promoción más alta e integral de la persona humana. Como escribe el siervo
de Dios el Papa Pablo VI en la Encíclica Populorum progressio, es el anuncio de
Cristo el primer y principal factor de desarrollo. La verdad originaria del
amor de Dios por nosotros, vivida y anunciada, abre nuestra existencia a
aceptar este amor haciendo posible el desarrollo integral de la humanidad y de
cada hombre. (Benedicto XVI, Mensaje para la Cuaresma 2013).
¡¡¡ DIOS BENDIGA A TODAS Y TODOS !!!