Queridas hermanas y hermanos iniciamos a vivir la Semana Santa 2013. Cada año, la Iglesia nos invita a poner nuestra mirada en estos misterios de la vida de nuestro Señor Jesucristo; misterios que para nosotros son los momentos centrales de nuestra salvación.
En estos días contemplaremos el amor misericordioso de Dios hacia nosotros, amor que se entrega a todos y un amor capaz de padecer ultrajes de los mismos que somos necesitados. Es este el gran misterio del amor de Dios; siendo Dios, quiso salir a nuestro encuentro "tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres", como lo leeremos en la carta del apóstol san Pablo a los filipenses.
Fijemos, hermanas y hermanos, nuestra mirada en este amor de Dios. Contemplemos estos acontecimientos de la vida de Cristo y nos convenceremos de que realmente Dios es maravilloso con toda la humanidad y, especialmente, con cada uno de nosotros.
Que nuestro buen Dios nos ayude a todos a vivir estos días como buenos cristianos. Compartamos con nuestra familia, con nuestros seres queridos, pero nunca nos olvidemos que estos días son para crecer en amor a Dios, a través de la meditación de estos acontecimientos de la vida de Cristo.
Acompañamos también con la oración a Mons. Gonzalo de Villa y a todos los jóvenes que estarán en la 18 Jornada Diocesana de la Juventud, en la parroquia de san Juan Comalapa. Compartimos el logo de la 18 Jornada Diocesana de la Juventud publicada por los jóvenes anfitriones de este acontecimiento. Que todo salga bien, nosotros los encomendamos.
Dios los bendiga a todos.