La que nos hizo Mons Gonzalo. Aprovechando que predicaba los ejercicios esprituales a los seminaristas mayores, vino al Menor a compartir con nosotros el almuerzo.
Entre historias, anecdotas y risas (y un capuchino incluido) pasamos un momento agradable. Gracias por su cercanía!
Ha Sido un gusto encontrar este blog. Le saludo Padre Lee, desde El Salvador. Dios bendiga su labor y su trabajo en el seminario.
ResponderEliminarsaludos y bendiciones
P. Enrique