Tras un buen tiempo de desvelos, trabajos, viajes y diversas privaciones, vemos con alegría que todo esfuerzo tiene su recompensa, ya que, aunque no pudimos asistir físicamente a la graduación de nuestro querido amigo y formador, el padre Julio César Calel, si que le acompañamos con nuestra oración y cariño.
El padre Julio César se graduó como Licenciado en Pedagogía en Alternancia, y es ahora el primer licenciado civil del clero diocesano.
Le felicitamos por esa meta alcanzada, pero sobre todo, por su afán de superación que nos contagia a todos ¡Enhorabuena padre Julio!