"Si uno tuviera suficiente fe, vería a Dios escondido en el sacerdote como una luz tras su fanal, como un vino mezclado con el agua. Hay que mirar al sacerdote, cuando está en el altar o en el púlpito, como si de Dios mismo se tratara" (San Juan María Vianney).
Encomendamos a la intercesión del Santo Cura de Ars, la fidelidad y santidad de todos los sacerdotes de la Iglesia, especialmente los de nuestra diócesis. Precisamente hoy se encuentran en Quetzaltenango -junto a los demás sacerdotes de la provincia de los Altos- en un encuentro espiritual y de fraternidad.
¡Oh Santo Cura de Ars!
danos tu sabiduría,
haznos buenos sacerdotes,
compromete nuestras vidas.
danos tu sabiduría,
haznos buenos sacerdotes,
compromete nuestras vidas.
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