Evangelio

"Caminantes soñadores llenos de fe y juventud"

miércoles, 22 de junio de 2011

Catequesis del Papa: Rezando los salmos se aprende a rezar


A partir de hoy, compartiremos con nuestros lectores, extractos de las catequesis del Papa, en las Audiencias generales de los miércoles. Hace unas semanas, el Santo Padre inició un nuevo ciclo de catequesis en torno al tema de la Oración.
***
Queridos hermanos y hermanas:

Con la catequesis de hoy, quisiera iniciar una nueva etapa del camino: en vez de comentar particulares episodios de personajes en oración, entraremos en el
“libro de oración” por excelencia, el libro de los Salmos.

Los Salmos, de hecho, enseñan a rezar. En ellos, la Palabra de Dios se convierte en palabra de oración -y son las palabras del Salmista inspirado- y al mismo tiempo se convierte también en la palabra del orante que reza los Salmos. Dado que son Palabra de Dios, quien reza los Salmos le habla a Dios con las mismas palabras que Dios nos ha dado, se dirige a Él con las palabras que Él mismo nos da. Así, rezando los Salmos se aprende a rezar. Son una escuela de oración.

Se nos presentan para que nosotros aprendamos a dirigirnos a Dios, a comunicarnos con Él, a hablarle de nosotros con sus palabras, a encontrar un lenguaje para el encuentro con Dios. Y, a través de estas palabras, será posible también conocer y acoger los criterios de su actuación, acercarse al misterio de sus pensamientos y de sus caminos (cfr Isaías 55,8-9), y así crecer cada vez más en la fe y en el amor.


Enseñándonos a rezar, los Salmos nos enseñan que incluso en la desolación, en el dolor, permanece la presencia de Dios, es fuente de maravilla y de consuelo, se puede llorar, suplicar, interceder, lamentarse, pero con la conciencia de que estamos caminando hacia la luz, donde la alabanza podrá ser definitiva. Como nos enseña el Salmo 36: “ En ti está la fuente de la vida, y por tu luz vemos la luz” (Sal 36,10).

Hermanos y hermanos queridísimos, tomemos, por tanto, con la mano este libro santo, dejémonos enseñar por Dios para dirigirnos a Él, hagamos del Salterio una guía que nos ayude y nos acompañe cotidianamente en el camino de la oración. .

No hay comentarios:

Publicar un comentario