El mensaje de la Virgen
El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse en los siguientes puntos:
1-Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.
2-Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.
3-Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.
4-Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos.
Dóciles a la invitación de tu voz maternal, oh
Virgen Inmaculada de Lourdes, acudimos a tus pies en la humilde gruta donde
aparecisteis para indicar a los extraviados el camino de la oración y
penitencia, dispensando a los que sufren las gracias y prodigios de tu soberana
bondad.
Recibid, oh reina compasiva, las alabanzas y
súplicas que pueblos y naciones, unidos en la angustia y la amargura, elevan
confiados a Ti.
¡Oh blanca visión del paraíso, aparta de los
espíritus las tinieblas del error con la luz de la fe! ¡Oh mística rosa,
socorre las almas abatidas, con el celeste perfume de la esperanza! ¡Oh fuente
inagotable de aguas saludables, reanima los corazones endurecidos, con la ola
de la divina caridad!
Haz que nosotros tus hijos, confortados por Ti en
las penas, protegidos en los peligros, apoyados en las luchas, amemos y
sirvamos a tu dulce Jesús, y merezcamos los goces eternos junto a Ti. Amén.
Oración
compuesta por Pío XII
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