Junto a los obispos de Guatemala y más de trescientos cincuenta sacerdotes de todo el país, nos dimos cita en Esquipulas para clausurar este Año Sacerdotal.
Fueron días de gracia, de redescubrimiento de la grandeza del ministerio sacerdotal, de renovación de las promesas, de alegria y convivencia. Los formadores de los seminarios y el clero diocesano pudimos disfrutar de esta gran experiencia.
Este Encuentro Nacional de Sacerdotes, inició el día mares 8 de junio, con el rezo solemne de las vísperas. Ah! que bueno poder rezar sin las prisas de las actividades pastorales. El día miercoles, Mons. Mario Molina y Mons. Mario Fiandri, nos ilustraron acerca de la grandeza del sacerd0cio de Jesucristo y del ministerio de Pablo. Al mediodía, un momento de conviencia en un parque recreativo. Tuvimos oportunidad de saludar a viejos conocidos y compañeros.
El punto culminante fue la concelebración eucarística junto al Card. Rodolfo Quezada Toruño. Durante la misa, todos los presbíteros renovamos nuestras promesas sacerdotales ¡A los pies del Cristo Negro!
Agradecemos a todos aquellos que hicieron posible esta actividad, en especial, a la Abadía del Cristo Crucificado de la Orden Benedictina, por esta gran acogida.
Gracias por las fotos y noticias. Felicidades
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