Toda persona es capaz de irradiar desde su interior !la alegría!, manifestándola exteriormente con una simple sonrisa o con un gesto amable, actitudes propias de quien ha resucitado con Cristo.
La alegría es consecuencia del darse sin límites, sin egoísmos.
hola a todos los seminaristas menores... que bueno que las actividades que realizan son cada vez mejores.. yo fui seminarista y extraño mucho ese tiempo...ANIMO PARA TODOS, LE PIDO A DIOS Y A NUESTRA SANTA MADRE ENCUENTREN SU VOCACION. ATT JUAN CARLOS ANLEU
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