Hoy iniciamos la devoción de los siete domingos dedicados a San José, como preparación a su fiesta, el 19 de marzo. Al final de las vísperas del domingo, meditamos estos pasajes de la vida de nuestro Patrono. Recomendada por la Iglesia, esta devoción nos servirá como medio para acrecentar nuestro trato con el Santo Patriarca, Maestro de vida interior.
A lo largo de estos siete domingos, consideraremos cada uno de los dolores y gozos de San José. A sus pies ponemos nuestras intenciones.
A lo largo de estos siete domingos, consideraremos cada uno de los dolores y gozos de San José. A sus pies ponemos nuestras intenciones.
PRIMER DOMINGO
El dolor: cuando estaba dispuesto a repudiar a su Inmaculada Esposa.
El gozo: cuando el Arcángel le reveló el sublime misterio de la encarnación.
Oración:
El dolor: cuando estaba dispuesto a repudiar a su Inmaculada Esposa.
El gozo: cuando el Arcángel le reveló el sublime misterio de la encarnación.
Oración:
Oh castísimo esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la de tu corazón en la perplejidad en que estabas sin saber si debías abandonar o no a tu esposa sin mancilla! Pero ¡cuál no fue también tu alegría cuando el ángel te reveló el gran misterio de la Encarnación!
Por este dolor y este gozo te pedimos consuela nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte semejante a la tuya, asistidos de Jesús y de María. Amén.
Por este dolor y este gozo te pedimos consuela nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte semejante a la tuya, asistidos de Jesús y de María. Amén.
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