
En su homilía invitó a todos a ser generosos con Dios. Recordó el momento en que entró al Menor: allá por el año 97, con doce años, ilusionado por una inquietud que Dios había puesto en su corazón.
Ilusión que fue madurando a largo de los cinco años que estuvo en esta casa, y luego en el Seminario Mayor.

"Cuna de mil vocaciones
¡el Menor de Solola!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario